El cambio es algo natural en nuestra industria, nos ayuda a mantener frescos los juegos e interesado al público, mientras genera nuevas estrategias para lograr los mejores resultados tanto deportivos como mercadológicos para hacer funcionar el ecosistema de los deportes electrónicos, tanto desde el punto de vista deportivo, como desde el administrativo y mercadológico.
El problema principal viene cuando los miembros y directivos de las organizaciones de esports no logran adaptarse a dicho cambio suficientemente rápido.
Hoy tuve la oportunidad de ir a un congreso sobre deportes electrónicos en el que se encontraba un ponente llamado Quentin Paquelier quien dio una conferencia sumamente interesante sobre el club América de futbol mexicano.
Él nos habló acerca del mercado de los deportes electrónicos, viendo desde el punto de vista de su organización, con información sumamente clara y con un excelente manejo de tema.
Sin embargo, aun cuando el club América tiene magníficos planes para su expansión al deporte electrónico, que incluyen un espacio físico y entrar al competitivo (aún no nos dicen que juego, pero podemos asegurar los juegos de futbol de Konami) aún no cuentan con una planificación completa del mundo de los deportes electrónicos y están entrando poco a poco al ecosistema.
Durante el último año varios equipos de futbol han mostrado interés en incursionar en los deportes electrónicos, algo que no debería sorprendernos debido a la gran cantidad de jugadores que existen en nuestro país y en el continente. Sin embargo, la mayoría de ellos siguen enfrascados en los simuladores de futbol y quienes se han atrevido a ir mas allá, no han logrado éxitos significativos que demuestren una inversión favorable (con la obvia excepción de los xolos de Tijuana y su equipo de Valorant).
El problema principal para estos equipos es que intentan tratar a los deportes electrónicos de la misma manera que tratan al soccer profesional, cuando en realidad se trata de un deporte totalmente diferente, con un mercado específico mucho más joven.
Quentin nos comentaba durante la serie de preguntas y respuestas que el club consideraba los juegos de futbol como una opción natural debido a que son un equipo de futbol profesional, sin embargo, creo personalmente que es al contrario.
El problema principal que veo yo a este tipo de pensamiento (de los cuales el América no es el único responsable, tenemos también a Atlante, Cruz Azul, Tigres y otros equipos de la liga Mx) es que el mercado que entre todos los esports prefiere los simuladores de futbol por lo general es un mercado que ya juega o ve futbol, por lo que en realidad no están ganando nuevos seguidores, ni generando una interacción mayor con el nuevo mercado. Es una forma muy pasiva y cautelosa de lograr incursionar en un mercado de “moda” pero no genera la creación de una comunidad dentro del mundo gaming y del competitivo de esports.
Entiendo que no quieran entrar en League of Legends o Valorant debido a que en sus palabras no pueden entrar a una competencia donde no van a ganar y para estas necesitarían una inversión mucho mayor. Pero creo que es importante el investigar las opciones para entrar al competitivo de manera más completa y la manera de capitalizar eso en la creación de una comunidad, con la creación de contenido correspondiente para lograr posicionarse como una escuadra profesional de esports y no solamente como un experimento de un equipo de futbol.
Quentin Paquelier nos comentó que en los siguientes meses mostrarían las sorpresas, aunque no me queda demasiada fe en que entren en los juegos con mayor competencia y pienso que simplemente entraran al mobile (ya han participado en browl stars) y en simuladores deportivos.
No nos queda más que esperar a ver si el club América logra entrar de forma satisfactoria a los deportes electrónicos o si al final termina siendo un plan fallido como los que ya hemos observado anteriormente en el futbol mexicano.