Hola a todas las personas que están leyendo esto, mi nombre es Horacio Anguiano, mejor conocido como La Voix. Te preguntaras ¿Por qué me presento justo ahora en esta parte de la redacción de este articulo? Bueno, el día de hoy te contare algo muy personal y algo que llevo dentro en el corazón.
¿Cómo conocí los videojuegos?
Sin sentirme boomer, quiero decir que muchas generaciones a partir de ahora comenzaran en los videojuegos prácticamente gracias a que sus padres les compren una consola y jueguen al Fornite todo el día, pero muchas personas de antaño tenemos historias muy emotivas de como conocimos este apasionante mundo de fantasía que nos da un escape de la realidad.
Muchos de nuestros padres veían con malos ojos este entretenimiento, una pérdida de tiempo nos decían, siempre fue un tabú hablar de videojuegos, al menos en mi niñez.
Mi primer acercamiento fue una consola, una Nintendo 64 que tenía mi abuela en su casa, la había enviado un familiar de Estados Unidos. Esperaba cada fin de semana para ir a la localidad de Los Ángeles a las afueras de mi ciudad natal, Querétaro, para poder jugar títulos como Mario 64, Ocarina Of Time, Starfox 64 y Army Men Sarge’s Herores.
Estos pocos juegos eran mi diversión de todos los días, de verdad eran mi pasión definitiva y para algunos era solo una moda.
Un poco más adelante en el tiempo, la Nintendo 64 tuvo problemas y simplemente la olvidaron, así que buscamos diversión en otros lados. ¿Sustancias adictivas? ¿Futbol? No, MAQUINITAS DE LA ESQUINA.
Desde las clásicas maquinitas que traían juegos de pelea como The King of Fighters o el buen Metal Slug, hasta las más “modernas” que incluían títulos como GTA: San Andreas, The Simpsons: Hit and Run, Burnout, Digimon Rumble Arena y algunos otros de mis favoritos.
Estos títulos fueron mi adicción cuando íbamos a las fiestas del pueblo, ya que estas maquinitas estaban prohibidas en la ciudad por alguna razón
Daremos otro salto corto en el tiempo donde más adelante conocí las consolas Xbox 360, las cuales rentaban a 15 pesos la hora. Nos deleitábamos con juegos como Halo y Gears. Siempre recordare con gran nostalgia en mi corazón cuando me la pasaba jugando también al GTA 4 o al FIFA en estas consolas junto a mi hermano o primos, esas partidas a pantalla dividida en el Left 4 Dead.
A día de hoy, sigo amando este mundo, siempre han evolucionado mis gustos y espero algún día poder trabajar en esto, pero si no se logra, seguiré amando los videojuegos como el primer día en que los conocí. Nunca tendré una pasión más grande que las historias, los mundos y los personajes que nos presenta este maravilloso medio. Nos vemos hasta la otra, paz.